Se me hizo fácil
4 de septiembre de 2024
Por Ángel Dehesa Christlieb
No quedarse callados.
Muchas gracias a Jorge Urbano y mis ahora siete lectores, porque ya se apuntó la Dra. Silvia Roldán, de lo mejor que nos ha dado Tabasco junto con Laura León, Chico Ché y Doña Carole Gular de Martínez.
Gracias a todos los que se han hecho presentes por el aniversario luctuoso de mi papá, a través de redes, mensajes y apapachos. Es maravilloso saber que tanta gente se acuerda de él y, sobre todo, que me quiere a mí.
Ustedes disculparán la ausencia de columnas el lunes y martes, pero el viaje a Guadalajara y el draft de la liga de fantasía de la NFL (ya estamos a nada), me consumieron más tiempo y energía de lo que pensaba y, desde la semana pasada, tomé la decisión de no desvelarme de más a la hora de escribir, porque, si lo hago, al dia siguiente mi nivel de lucidez y productividad son comparables a los de la “Ministra del Pueblo”, que, por cierto, qué poco aguanta cuando las manifestaciones del “pueblo bueno”, no son en su favor.
O, para decirlo de otro modo, “no es lo mismo ser borracho que cantinero”.
Muchos de los que me escribieron, además de sus mensajes de ánimo y cariño (los cuales aprecio muchísimo), me hicieron mucho hincapié en la falta que hace la voz de mi papá en estos tiempos oscuros y complicados para el país.
Estoy de acuerdo, pero, el hecho es que él ya no está, al menos físicamente, también es cierto que siempre, en todos sus escritos y presentaciones, insistía en que cada persona tiene la posibilidad y responsabilidad de decir las cosas, de exigir y pedir cuentas y no quedarse callado.
“A mí no me sigan, porque no sé a dónde voy”, solía decir Germancito, porque, a diferencia de los actuales políticos, él no buscaba crear clientes ni “fanáticos”, sino contribuir a que las personas se formaran una opinión propia, que no necesariamente tenía que coincidir con la suya, pero, sobre todo, que no se dejaran atropellar o silenciar por aquellos a los que les interesa nuestro silencio y obediencia.
Así es que sí, nos hace falta, pero creo que la mejor manera de honrar su memoria, ante lo que estamos viviendo hoy en día, es utilizar todos nuestros recursos y levantar la voz, sin dejarlo en manos de otras personas, sin pensar en que “no tiene caso”, que es lo que los poderosos buscan y, si es necesario, ser incómodos, molestos y recordarles que ellos están para servirnos y no para servirse de nosotros, que no es lo mismo.
Ya tenemos tarea.
En otro orden de ideas, quiero agradecer a todos mis amigos de Guadalajara que se hicieron presentes en mi visita a esa ciudad, los menciono como me voy acordando, pero a todos los quiero mucho: Alfredo Saras Rangel, Galo Ochoa y América, Ernesto Bola Domene, Chiquis Amaro y Marcela Coleman, Azme Reyes, Tiburón Santillanes y los Troker, Carlos Avilez, María Barracuda y Bon Lara.
Ya mañana les contaré los pormenores de mi visita a la Perla Tapatía, pero recuerden, la mejor manera de recordar y honrar a Germancito: no quedarnos callados.
Cualquier correspondencia con esta contestataria columna, favor de dirigirla a www.angeldehesac.com
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