El Ángel de la Gaceta
24 de abril 2024
Por: Ángel Dehesa Christlieb
Instrucciones para extrañar a un padre
Perdí a mi padre muy joven, hace 14 años para ser exactos, el tenía 66 años y yo 35 y no hay día que no lo extrañe, me acuerde de él y de nuestros ratos juntos, los malos y los buenos, porque ya no tendremos más.
En estos últimos meses muchas personas que conozco y estimo han tenido que pasar por el inevitable, pero no por ello menos doloroso, trance de decirle adiós a sus papás y, por ellos y por los que aún faltan, aunque nadie me lo pidió y porque quiero pensar que de algo sirvió que Germancito se fuera tan rápido, quiero compartirles algo de lo que yo he vivido, esperando que le sirva para llevar mejor su duelo.
Para Jorge, para Chío, para Lorena, para Carlos y para todos los y las que estén gestionando el duelo paterno, les mando un abrazo y todo mi cariño.
Cuando la muerte llega después de una enfermedad larga y complicada, como fue mi caso, parte de mi sabía que mi papá “ya descansó” y también yo, porque uno de los momentos más duros fue cuando me di cuenta de que ahora era yo el que tenía que cuidar, bañar y ocuparme de quien, durante toda mi vida, se había ocupado de mí.
No se murió inesperadamente y con todo y eso, la sensación de escuchar a mi tía avisarme por el teléfono que mi papá se había ido es algo que me sigue dando escalofríos.
Después de los funerales, misas y servicios hube de encarar el vacío que significó regresar a los espacios donde habitaba mi viejo, la sensación de ver y empacar su ropa, sus cigarros y todos sus objetos personales que me eran familiares, pero habían perdido la cualidad que los hacía entrañables, se les había ido el “alma”.
Con mis hermanas y hermano no hubo disputas, mi papá había dejado un testamento muy claro.
Y después de lo más duro viene lo más difícil: levantarme en la mañana pensando que le voy a llamar a contarle cómo estoy, hasta que recuerdo que, allá donde está, no es territorio TELCEL.
Ante eso, lo que me quedó fue aprender a hablar con él y recibir su respuesta, no en palabras explícitas, sino en detalles sutiles pero presentes, un libro que se abre, una persona que me dice que lo apreció, recuerdos compartidos y la floración de las jacarandas que él esperaba alborozado cada primavera.
Ha sido muy importante el perdón, de mí para él por los errores que cometió y que hoy a la distancia sé que no fueron con dolo, igual de importante es también el perdón de mí para mí, por lo que yo dejé de hacer y de decirle cuando todavía lo tenía conmigo.
El agujero en el corazón que se abrió ese dos de septiembre de 2010 ahí sigue, se llena a veces con recuerdos y detalles que mitigan ese sentimiento de pérdida que no se irá nunca, pero que también me hace recordar, como dice Vinicius de Moraes en su Samba de la Bendición, “para hacer una samba con belleza, es preciso un bocado de tristeza”.
Y entonces la sonrisa llega entre las lágrimas.
Es lo que hay.
Abrazos.
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16 comentarios
Gracias por tu texto. 💜
Por Dios, qué texto!!! Chillé y el día que murió tu papá estaba en mi salón de clases, soy maestra, y fue taaaan triste la noticia. Gracias, gracias por escribir así. Por ser, por estar. Gracias!!!!
Don German, un hombre entrañable y que extraño yo también, nada comparable con lo que tú sientes; seguro fue una dicha ser su hijo, y para sus admiradores, lectores y seguidores -como yo- fue una fortuna haber compartido con él una parte de este mundo. Un abrazo grande para ti.
Gracias por compartir tus sentimientos, extrañamos a Don Germán quienes lo admiramos en sus charlas y en sus textos. Tus instrucciones me llegan en justo momento, mi padre partió a los 89 este fin de semana y el vacío se hace más grande.
Ángel, tuve el gusto de conocer a tu padre de la mano del primer libro que leí de él, me llegó como un regalo de una persona entrañable para mí, en esos años mi hijos estaban pequeños y además de ser una lectura muy grata fue una especie de guía para mi propia paternidad, ese libro fue «No basta ser padre» y de ahí leí todos y cada uno de sus libros los que hasta la fecha atesoro, sobre todo ese porque tu papá tuvo la gentileza de autografiármelo en una conferencia a la que tuve oportunidad de acudir. Al igual que tú, no hay un día en que no me acuerde de él, de alguna anécdota o frase de las que usaba. Así que no te olvides que hoy toca, te abrazo a la distancia.
Me encanta. Hacemos espejo con tu dolor.
Me llegó a lo más hondo. Mi papá acababa de cumplir 61, yo tenía 35 cuando falleció después de una larga enfermedad. No hay día que no lo recuerde.
Me encantaba la columna de tu papá y estoy muy feliz ya que acabo de descubrir tu columna. Espero leerte por mucho tiempo más!
Angel
Te abrazo a la distancia, fui y soy un admirador de Germán; siempre lo consideré un amigo por afinidades y encuentros en La Planta de Luz.
Los últimos dos años fuimos amigos epistolares, de esa manera me platicó que estaba enfermo, solo pude darle ánimo a distancia.
Me encontraba de viaje cuando partió, mi esposa me avisó. Aún recuerdo la sensación de tristeza y desánimo que me invadió. También lo extraño, cómo lo extrañan todos sus lectores/amigos.
Estoy seguro que hubiera disfrutado mucho ser una piedrita en el zapato de amlo en estos tiempos. Y nosotros también.
Un gran abrazo a ti y tus hermanas y al tamal envuelto.
Angel
Te abrazo a la distancia, fui y soy un admirador de Germán; siempre lo consideré un amigo por afinidades y encuentros en La Planta de Luz.
Los últimos dos años fuimos amigos epistolares, de esa manera me platicó que estaba enfermo, solo pude darle ánimo a distancia.
Me encontraba de viaje cuando partió, mi esposa me avisó. Aún recuerdo la sensación de tristeza y desánimo que me invadió. También lo extraño, cómo lo extrañan todos sus lectores/amigos.
Estoy seguro que hubiera disfrutado mucho ser una piedrita en el zapato de amlo en estos tiempos. Y nosotros también.
Un gran abrazo a ti y tus hermanas y al tamal envuelto.
Siempre saldrá el sol…
Gracias por compartir este texto que llega al alma.
Muchas gracias por compartir Ángel 🤍
Don Germán, disfrute de sus escritos y pláticas ya grande, lo he admirado desde entonces, lo seguí también en Televisión, fue un gran personaje. Tengo el orgullo de decir que en dos ocasiones que me atreví a comunicarme con el, vía correo electrónico, me respondió calidamente. Guadalajara, Jalisco.
Qué bueno que escribas, que te guste hacerlo y lo hagas muy bien… el espíritu de Germancito (como lo llamas) permanece también en el regocijo de las frases chispeantes y agudas que nos regalas.
Entiendo tu sentir, querido Angel, porque tu papá fue un hombre maravilloso, que gozaba entregarse a los demás y que siempre será recordado y admirado porque dejó una huella imborrable. Te abrazo
Lo extrañamos desde hace 14 años, su columna me hacía el día, con sus ocurrencias y comentarios con tan buen tino, su descripción de la vida familiar. Era lectora asidua de su columna, y sí, también sus lectores lo extrañamos mucho, hasta ahora no he encontrado quien llene ese espacio! Un abrazo familia Dehesa!
Querido Ángel, recuerdo perfectamente ese día. Estábamos juntos y sólo nos abrazamos., muy fuerte y con enorme cariño. Me encantó tu texto. Te quiero y quiero más abrazos, es más los necesito.
Besos