El Ángel de la Gaceta
24 de mayo de 2024
Por Ángel Dehesa Christlieb
Metamorfosis
A menos de un mes de presentar el espectáculo “De Herencias y Querencias: Recordando a Germán Dehesa”, con las actuaciones del querido maestro Alejandro García Villalón “Virulo” y de quien esto escribe.
El 11 de abril terminé el guion del show, compuesto por una selección de columnas que escribió mi papá para Reforma, cuya vigencia es notable, intercaladas con textos míos y aderezado expertamente con las hermosas canciones de Virulo.
Me preguntaron “¿qué representa este espectáculo para ti?”.
Me sería imposible encasillarlo en una sola categoría.
Es la oportunidad, que aproveché gracias a la amorosa insistencia de Virulo, para revisitar la herencia más durable y valiosa que dejó Germán Dehesa: sus palabras.
Para mí que lo conocí “entre líneas”, dichas palabras representan el manifiesto de sus principios, sus fobias y sus filias, además de que cada columna es un ejemplo maravilloso de su gran dominio y uso del idioma, comparable a la amorosa complicidad que un jazzista experimentado establece con su instrumento.
A nivel energético y emocional trascendí por instantes la barrera que oculta el destino que nos aguarda tras ese fin de ciclo que los humanos conocemos como muerte y del cual, aparentemente, nadie regresa.
Digo “aparentemente” porque, después de visitar a Germán en la casa de los justos, estoy convencido, como lo estaban los antiguos egipcios, de que si, con nuestras acciones en esta vida, nos labramos un corazón que el Dios Osiris considere digno después de pesarlo en la balanza contra la pluma de la verdad y la justicia, entonces nunca nos iremos.
Simplemente cambiaremos la manera en la que nos manifestamos. Y dependerá de la mirada y sagacidad de quienes todavía no han llegado ante el Juez de los Muertos el reconocernos en nuestros nuevos aspectos.
Yo reconozco a mi papá en la amorosa persistencia de Virulo, su amigo, quien no paró de insistir hasta que me decidí a escribir el show y en su generosa guía, que me ha llevado de la mano a través de entrevistas y ensayos y me presta sus canciones para darle movimiento a lo que, sin su música, serían hermosas pero estáticas palabras.
He visto a Germán en la enorme respuesta que hemos tenido de los medios, tanto de quienes lo conocieron personalmente, como de los que lo leyeron y de mis propios amigos, que nos han brindado espacios en cada uno de sus programas, columnas o podcasts.
Lo he vislumbrado en el hecho de que se cierre el ciclo y el espectáculo sea en Gandhi, fundada en 1971 por ese loco maravilloso llamado Mauricio Achar Hamui, quien dotó a su librería del foro en donde mi papá presentó sus primeros espectáculos y tras cuyas bambalinas escuchaba yo, cada noche, lo que ocurría en el escenario.
En esta columna, que cumple este día poco más de un mes, tras la cual se esconde la decisión, largamente postergada, de hacer oír mi voz, aunque para encontrarla tenga primero que tomar prestada la de otros que vinieron antes que yo.
Y, finalmente, espero reconocer a mi padre en ti, en ti, en ti y en todos los que tengan el exquisito buen gusto de acompañarnos este 14, 15, 21 y 22 de junio en la Librería Gandhi “Mauricio Achar”, en el estreno y posteriores funciones de “De Herencias y Querencias: Recordando a Germán Dehesa”.
A mí, este espectáculo ya me ha dado muchísimo, ojalá pueda compartirlo contigo
Para citar a un clásico “Aikir”.
Por eso aquí les dejo el enlace para los boletos
Les encargo que me ayuden compartiendo este escrito, con copia y pega o con el enlace que viene hasta abajo.
Por lo pronto para que vayan acumulando energía de aquí a junio…
Hoy toca.
Cualquier correspondencia con esta trascendental columna favor de dirigirla a www. angeldehesac.com
Les dejo el enlace para que la compartan y ahí los espero.
1 comentario
Que herencia tan maravillosa te dejó mi queridísimo Germán!!! Lo amo hasta donde está ❤️por ser mi voz y mi pensamiento en muchos de sus articulos