El Ángel de la Gaceta
30 de mayo de 2024
Por Ángel Dehesa Christlieb
El Chapudraft
En la corta pero fructífera vida de esta columna he tocado, en varias ocasiones, el tema de la rampante infestación de “chapulines” políticos en los pasillos del poder de nuestro país.
Vuelve a ser tema relevante con la incorporación de Alejandra del Moral a las filas de MORENA, la candidatura de la berrinchuda y chamuscadísima Alejandra Barrales por Movimiento Ciudadano y las declinaciones de varios candidatos de esa misma fosforescente panda de pillos, quienes, en una serie de conversiones más rápidas que la de San Pablo, brincaron hacia la opción que su con$ciencia les dictó.
Además de la porosidad de la piedra en la que están grabados los principios y convicciones de estos saltarines aspirantes a funcionarios, me resulta por demás graciosa su capacidad para, en menos de 24 horas, empaparse del nuevo credo al que se acaban de afiliar.
Vi, al terminar uno de los debates presidenciales, a la antigua panista Gabriela Cuevas, hoy resucitada como vocera de Claudia Sheinbaum, discutir apasionadamente con la todavía panista Kenia López Rabadán, refiriéndose a la oposición como “ustedes”.
“¿Ustedes? Pero si hace pocos meses estabas de este lado”.
La involución que vivimos en la política actual, donde los principios y convicciones son sustituidos por el miserable pragmatismo de quien, a toda costa, busca seguir prendido de la ubre presupuestal me pone de peor humor que un gato cuando escucha que llenan la tina.
Me molesta que piensen que los puestos de poder les “corresponden” y esto los faculta para cambiarse de partido como de calzones.
Me ofende que, en sentidos discursos o en chafísimas “cartas abiertas” disfracen su falta de progenitora como un sacrificio impuesto por su inmensa y loable vocación de “servir mejor a mí país desde una trinchera más acorde a mis principios”
Ante ello, tengo una propuesta millonaria.
Fuera máscaras.
¿Y si cada tres años hacemos en Acapulco, Cancún o alguna de nuestras paradisíacas playas un “chapudraft”?
¿Se imaginan a Manuel Bartlett en coquetas bermudas y camisa floreada siendo incorporado a las filas de MC a cambio de Máynez, Chertorivski y Sandra Cuevas mientras el “doctor” García, el “inmortal” Campos y Martinolli nos narran los pormenores de la transacción?
¿O a Lilly Téllez con todo y su rosario en un enroque por Layda Sansores, sus bailarines del “Jaguar” y su cirujano plástico?
Los involucrados en las transacciones se ahorrarían las peligrosas maromas para justificar lo injustificable y los ciudadanos dejaríamos de hacer tantos corajes.
El chapudraft 2027.
Patrocinado por Guadalupe Taddei y sus rosas prohibidas.
Piénsenlo.
Cualquier correspondencia con esta genial columna favor de dirigirla a www.angeldehesac.com
Me ayudan mucho compartiéndola en sus redes, les dejo un enlace para ello.