Se me hizo fácil…
23 de septiembre de 2024
Por Ángel Dehesa Christlieb
Sabotaje
Esta columna regresa después de tomarse un break el viernes pasado, debido al viaje de promoción que emprendí a Querétaro para promocionar la presentación que tendremos de “Herencias y Querencias: Recordando a Germán Dehesa” con Virulo el próximo sábado 28 de septiembre, en el QBO del restaurante El Caserío.
Por cierto, para el público queretano, los boletos ya están a la venta en el teléfono (442) 2161 777, los esperamos con mucho cariño.
Debo confesarles a mis 14 lectores confirmados, además de Jorge Urbano, que estoy muy contento con el resultado de la visita, no solo por las siete entrevistas a las que pude asistir, sino también por todos los amigos que, al saber de mi visita, se ofrecieron a hospedarme, transportarme, recomendarme en espacios noticiosos electrónicos e impresos y recibirme en ellos.
Para mí, la cantidad de amigos o personas dispuestas a hacerte un favor desinteresado es uno de los grandes indicadores de que algo estás haciendo bien en la vida, sobre todo por mi caso crónico del síndrome del impostor que me impide aceptar las cosas buenas que me pasan, sobre todo porque sé que yo estaría dispuesto a hacer lo mismo por cualquiera de ellos.
Estoy muy feliz con la paz que he logrado por decidirme a restablecer el diálogo con mi papá, aunque, como siempre, la mente nos juega trucos y la mía me dice “y luego de esto ¿con qué vas a seguir? ¿podrás superarlo?”
La parte racional de mi cabeza dice “no estás compitiendo con nadie”, “no tienes que superar nada”, “disfruta cada segundo y el siguiente paso se manifestará cuando sea tiempo”.
El pequeño y malvado Pepe Grillo que tengo en mi cabeza, que es como una cruza entre Fernández Noroña y el vocalista de los Yonics, me dice que fue una mala idea salir a donde la gente me puede ver, porque entonces van a esperar cosas de mí, cosas que no voy a poder darles.
Es como si tuviera que llenar las expectativas de un padre que ya no está y que cuándo estuvo me quiso y animó siempre, o las de una cantidad indefinida de personas que ni conozco.
Me gustaría decirles que ya lo procesé y estoy más tranquilo, pero apenas estoy en eso y escribir acerca de ello es un paso en la dirección correcta y les agradezco a todos lo que han llegado hasta acá, porque el decirlo es el primer paso para soltarlo.
Siempre estaré agradecido y me reconozco por atreverme a hacer lo que nunca hice y salirme de una zona de comodidad.
A veces, cuesta trabajo.
Pero no lo cambiaría por nada.
Cualquier correspondencia con esta catártica columna favor de dirigirla al www.angeldehesac.com
Les dejo el enlace por si quieren compartirla