Se me hizo fácil…
25 de septiembre de 2024
Por Ángel Dehesa Christlieb
Atenta invitación
Este su columnista de (des)confianza está más orgulloso que presidente saliente viendo a su hijo tomar posesión como líder del partido:
“Ay me acuerdo cuando mi Andy puso su primera fábrica con recursos de procedencia dudosa y ahora mírenlo, subido en el pódium, recibiendo el besamanos de la bufalada guinda y hablando en contra del nepotismo sin que le sangre la lengua.”
Y los búfalos aplauden como si le creyeran.
Cada quien.
En mi caso, estoy muy contento y feliz porque los lectores confesos de esta columna siguen aumentando, hoy tuve dos recados directos a mi teléfono, uno de Sergio, nativo de esta mojada y transitada capital y otra de Enrique, quien me escribe desde la perla tapatía para sumarse al cada vez más nutrido, pero no por ello menos selecto grupo de amigos (seguidores no, porque ni yó sé a dónde voy), que nos congregamos alrededor de estas letras cada día.
Lo cual me lleva a una pregunta que les quiero hacer, si abro un canal de whatsapp donde comparta estas columnas y algunos otros contenidos ¿se anotarían para formar parte?
Les prometo que solo yo podré postear, que nadie les va a mandar oraciones y bendiciones matutinas ni frases motivacionales de Piolín y mucho menos intentaré venderles el inventario atrasado de tupperware que tengo guardado en la regadera del baño de visitas.
Ahí piénsenle y, el que se quiera anotar, puede entrar a mi página www.angeldehesac.com y, en el botoncito de mensaje, le “pushea” (es un término purépecha) y me avisa para apuntarlo.
Váyanle pensando, prometo no hacer mal uso de sus datos personales, ni compartirlos con ninguna red de venta de esponjas aromáticas para entrepiernas sensibles o algún otro producto similar.
Aunque, pensándolo bien, ahora que el saliente Mesías y su tropa de mustios aduladores que todavía tienen el descaro de decir “yo, la verdad, no quería votar por la reforma judicial, pero no tenía de otra”, decidieron cargarse al INAI ya cualquiera puede hacer de mis datos (y de los suyos) un papalote y echarlo a volar por el universo cibernético.
Espero, a pesar de ello, merecer su confianza.
Ya para cerrar, les cuento que mi sobrino Santiago, el cual tiene cinco años y, no es por nada, pero está muy guapo, tiene a toda la familia azorada con la amplitud y fluidez de su vocabulario.
“Debo ir al sanitario” y “la cafetera ya está percolando”, son algunas de las frases que el pequeño catedrático de la lengua emplea con una soltura y fluidez que ya la quisiera La García Vilchis (mosa) para una mañana de miércoles.
Hoy es la última de sus apariciones en el sexenio (de la Vilchis, no de Santi) y, gracias a los buenos oficios de la maestra Delfina y de la Ramírez Amaya, que le dieron cursos nocturnos en la primaria de turno mixto “El Niño Artillero”, es muy probable que esta vez sí logre leer todo de corridito, aunque en las casas de apuestas los momios la tengan abajo por 10 a 1.
Yo, por lo pronto, ya le mandé a la Sheinbaum el video de mi sobrino recitando “El Burro que tocó la flauta, se cambió de partido y no cambió ni una coma”, poema dedicado a Yunes, Saucedo y Sabino, para que lo tome en cuenta como reemplazo, ahora que la Vilchis se retire a concluir su primaria trunca, a doblar la voz de Bart Simpson o a postularse para ministra de la Corte.
Ánimas y me saca de trabajar.
Cualquier correspondencia con esta esperanzada columna, favor de hacerla llegar a www.angeldehesac.com
Si quieren compartirla con sus amiguitos, o con la Vilchis para que practique lectura de comprensión y fundamentos de retórica, acá les dejo un enlace.
3 comentarios
Apúntame como lector y amigo
Yo me apunto queridísimo Ángel
A la memoria de tu querido padre, me apunto Angel