Se me hizo fácil…
Por Ángel Dehesa Christlieb
2 de octubre de 2024
Infomercial mañanero
La toma de posesión acaba de terminar y, cómo dijo Gutemberg, tengo varias impresiones para compartir con los ya casi 100 lectores que se han apuntado a la comunidad de whatsapp de “Se me hizo fácil”.
¿Qué cómo lo hicieron? entrando a la página www.angeldehesac.com y enviando un mensaje con el botón correspondiente a su seguro servidor.
Con esos sencillos pasos, que usted puede llevar a cabo en este momento, reciben esta columna en su teléfono, sin estar expuestos a los caprichos de algoritmos neoliberales, oscuros y malos, como chiste de Adrián Marcelo.
De democracias y autoritarismos
Muy desafortunado el hecho de que la Comisión de Cortesía, la cual recibe a los presidentes entrante y saliente, no tuviera a un solo representante de la “oposición”.
A pesar de lo visto durante seis años en las mañaneras, hacer berrinche no debería ser una manera de hacer política o comunicar posturas.
Tan es así, que la misma Claudia Sheinbaum tuvo la cortesía, el instinto político y la inteligencia de acercarse a saludar a la ministra Norma Piña y ella de responder al saludo.
Es un tema de democracia, en la política y en los gobiernos democráticos las instituciones están, o deberían de estar, por encima de las personas que las representan.
Lo cual me lleva a una de las preguntas que Claudia Sheinbaum planteó en su discurso y que decía, más o menos, así: “¿cómo puede ser autoritaria una decisión tomada de manera democrática?”
Considero, señora presidenta, que al haber hecho la pregunta en cadena nacional y sin destinatario manifiesto, cualquiera puede respondérsela, así que, con la venia del respetable, me voy a permitir darle mi opinión.
La democracia, como cualquier ideología o sistema concebido por seres imperfectos, como lo somos los homo sapiens, NO es perfecta.
Es uno de los sistemas políticos más avanzados e incluyentes con los que contamos hasta ahora, pero no debemos olvidar que una cosa es la teoría y otra muy distinta la ejecución.
Sobre todo, cuando dicha ejecución requiere de ser llevada a cabo por los mismos seres imperfectos que mencionaba hace dos párrafos: los seres humanos.
Somos una especie tan maravillosa que pudimos concebir un sistema donde todos, en teoría, tenemos los mismos derechos y valemos igual ante la ley y, a la vez, somos tan perjuiciosos y dañinos que, con nuestras pasiones, nuestras ambiciones mal encauzadas y nuestras mezquindades, podemos pervertirlo y transformarlo en fuente de aquello que, originalmente, estaba destinado a combatir.
Si la democracia, entendida como la voluntad popular expresada en las urnas, es utilizada como un cheque en blanco para cometer ilegalidades y atropellos contra quien opina distinto a nosotros, como cuando Andrés Manuel reveló información fiscal y personal protegida por la ley o utilizó sus mañaneras para apoyar su candidatura señora Sheinbaum, a pesar de los repetidos exhortos legales hacia lo contrario… es autoritaria.
Si una persona, electa por mayoría democrática, llama a sus posibles sucesores, incluyéndola a usted, “mis corcholatas” o impone a su hijo como mandamás de su partido y nos deja claro que quien aspire a gobernar en este país tiene que obtener su bendición, otorgada desde Palacio Nacional o desde Palenque… es autoritaria.
El que muchas personas opinen o estén a favor de una cosa no significa, por fuerza, que sea la correcta y tampoco que las otras opiniones sean, en el mejor de los casos, descartadas o, como ha venido ocurriendo desde hace seis años, ridiculizadas, silenciadas y hasta perseguidas escudándose en que la “democracia” me lo permite… es autoritarismo.
Si la democracia y el poder conferido a través de ella es empleada sistemáticamente para promulgar e implementar reformas que, en forma y fondo, fortalecen a personas por encima de instituciones, no importa la supuesta “calidad moral” o “vocación democrática” de dichas personas… es autoritaria.
Quien se dice “democrático”, no teme rendir cuentas ante sus iguales.
Si la democracia se emplea como martillo para destruir los organismos autónomos diseñados para frenar, fiscalizar y regular al poder, en lugar de perfeccionarlos, so pretexto de que, a juicio de una sola persona, eran “corruptos” o “nos costaban dinero y ya no se necesitan porque somos diferentes” aunque la realidad demuestre lo contrario… es autoritaria.
Emplear el voto de la mayoría para promover la “prisión preventiva oficiosa” o para dinamitar, precisamente, la institución que recolectó contó el hizo valer ese voto, para que nadie más tenga la oportunidad de acceder al gobierno… es un uso autoritario.
Si las facultades obtenidas a través de la democracia se encauzan a darle a las Fuerzas Armadas que, por definición y por historia, no deberían ocuparse de menesteres que no fueran la defensa de nuestro territorio y la protección de los ciudadanos en momentos de desastres (no es lo mismo policía que soldado y que no se nos olvide), poder y jugosos negocios como las aduanas, los ferrocarriles y los aeropuertos, de los cuales, antidemocráticamente, no tienen que darle cuentas a nadie… se está fomentando el autoritarismo.
¿Puede o no entonces utilizarse la democracia para maquillar, justificar y fomentar el autoritarismo?
Yo digo que sí.
Ahí se lo dejo de tarea, para su primera noche en ese bastión de la austeridad que es Palacio Nacional.
Me quedo con más para decirle mañana, pero ya me extendí mucho, la sopa está en la mesa y Josefina, que la preparó, ella, ella si es autoritaria y no teme afirmarlo.
Beso a la distancia
A María Slivia Sarmiento (Chivis), la recia mujer que le negó a mi papá el matrimonio, pero nunca el cariño, la ternura y los cuidados, que ayer se jubiló como maestra de kínder y que me quiere y la quiero mucho, mucho, mucho.
Les dejo el enlace para compartir.
2 comentarios
Toda la razón en esta columna compartida.
Yo trabajo en el INE antes IFE y con profunda tristeza veo como la institución que me formó laboralmente y que con mi trabajo y el de muchos compañeros creció, tuvo credibilidad nacional e internacional se está hundiendo.
Estas nuevas generaciones (que de nuevas no tienen nada, hay bastantes dinosaurios que regresaron a la que alguna vez fue su casa) llegaron con ideas sumamente retrógradas y si sumamos el no querer aceptar que el instituto evolucionó, como su personal, la ciudadanía y el mundos entero, se está cayendo a pedazos .
Lo siento, hice una catarsis laboral, pero realmente el haberse partido coloquialmente “la madre” para que cada proceso electoral federal y local saliera adelante no es cosa menor, nada de eso,
El salir a buscar ciudadanas y ciudadanos para que participen en la elección, es una de las tareas más difíciles que puede existir, el que la ciudadanía se involucre.
Gracias por tus columnas
Muchas gracias Ángel, por este reconocimiento, te quiero mucho, me jubile después de 50 años de servicio como maestra , directora y por último jefe de pedagogía de los 17 CENDI de la alcaldía Miguel Hidalgo.