Se me hizo fácil…
3 de octubre de 2024
Por Ángel Dehesa Christlieb
Impresiones desde San Lázaro
¿Cómo le va Señora presidenta?
Espero que haya pasado una buena primera noche en Palacio Nacional, espero que no se haya pegado en el dedo chiquito del pie con algún mueble de inestimable valor histórico si se levantó en la noche al refri o al baño.
Como le dije ayer, todavía se me quedaron algunas cosas en el tintero acerca de su toma de posesión, así que, cómo dijo López Portillo y cómo no dijo Andrés Manuel, pero cumplió: lo prometido es deuda.
Me gustó ser testigo de la historia, viendo a tres mujeres en la tribuna: usted, Doña Ifigenia Martínez y la ministra Piña, independientemente de todo lo demás, es innegable que fue un momento largamente retrasado en la vida política y pública de México.
Para los imbéciles que dicen que Doña Ifigenia ya no tenía que estar, porque ya estaba grande y la están “exhibiendo”, les digo que esa es decisión exclusivamente de ella, que vivimos en un país donde también los adultos mayores son ignorados, discriminados y relegados, muchas veces porque no nos gusta ver que todos vamos para allá y que, dada su trayectoria y lo que le tocó pasar, además de su puesto en la cámara, tiene todo el derecho a estar ahí, hasta que ella quiera.
Doña Claudia, espero que no me vaya a decir, como lo hizo la diputada Villagrán, que por ser hombre no tengo derecho a darle mi opinión o a discrepar con usted, porque esto no es un tema de género.
Usted es, por elección propia, una servidora pública, lo cual la expone a críticas y a elogios y espero que, a diferencia de su predecesor, sepa escuchar las primeras y usarlas para aprender, en lugar de solo atender a los primeros.
Aplaudo su decisión de ir a Acapulco, eso ya es un paso delante de quien, como dicen las redes, pasó un sexenio lavándose las manos, sin mojarse los pies.
Me parece que emplear los primeros 15 minutos de su discurso cantando las loas del presidente saliente estaba de más, querámoslo o no, su sexenio ya es historia y la historia, como les encanta decirlo en su partido, será quien lo juzgue.
Espero, por nuestro bien, que se abstenga de caer en el error que muchos políticos cometen a nivel mundial, equiparando “popularidad” con resultados.
Cualquier posición de responsabilidad, sea padre, administrador del condominio o presidenta de la república, siempre implica la necesidad de tomar decisiones que, a corto plazo, pueden no gustarnos a todos, pero que deben ser tomadas.
Ojalá que nunca privilegie usted las encuestas y la simpatía sobre su responsabilidad como mandataria que, por cierto, y seguro ya lo sabe, no significa “la que manda”, sino “la que cumple el mandato”, en este caso el del pueblo.
Y acuérdese que el “pueblo” somos todos, no nomás los que usted o sus allegados designen como tal.
El dar cifras va muy acorde con su educación científica y muchas de ellas son dignas de alabanza, pero, un científico digno de tal nombre no solo presenta las cifras que favorecen sus postulados, sino un panorama completo.
¿Qué pasó con las cifras duras en educación y salud?
¿Dónde quedó el desastroso manejo de la pandemia, que nos llevó a ser el primer lugar en mortandad de personal médico y quién va a responder por ello?
¿Y qué pasó con la cantidad récord de muertos y desaparecidos en el sexenio que termina, algunos de los cuales la recibieron la semana pasada en Culiacán?
Me imagino que, de estos últimos, no hablaba usted cuando decía que “a todos nos está yendo mejor”
¿O sí?
Qué bueno que está orgullosa de las reformas emprendidas por el expresidente López, pero no entiendo la necesidad de continuar con su juego de comparar y culpar diciendo “estas no son como las de Zedillo o Calderón”.
Si ya ganaron, si la historia y el divino pueblo ya los ungió ¿por qué siguen tan combativos y necesitados de enemigos a quien culpar?
Un gobernante democrático abre canales de comunicación con aquellos a los que sirve.
Me preocupa el que diga, categórica y lapidaria: “los que piensan que darle la Guardia Nacional al Ejército es militarización, están equivocados”, cerrando, en una oración, la posibilidad de, por lo menos, escuchar y atender las demandas de aquellos a quienes, por más “minoría” que sean, a usted se debe también.
De lo que dijo de las mujeres y la innegable deuda histórica que tenemos en este país con ellas, me abstengo de opinar porque creo que, como hombre, me corresponde callar, escuchar y cooperar para que el piso se empareje lo más rápido posible.
Solo le pregunto
¿Usted sí recibirá a las madres buscadoras?
¿A las que piden justicia por las víctimas de feminicidio?
¿Garantizará la seguridad de Lydia Cacho para que pueda volver?
¿Escuchará a las mujeres que cada 8 de marzo fueron rechazadas en la puerta del Palacio?
Bienvenida sea, presidenta Sheinbaum.
Nada es personal.
Además de todas estas opiniones, le ofrezco, como ciudadano, no solo mis críticas, sino mi cooperación y voluntad de ayudarla en la difícil tarea que nos espera, haciendo la salvedad de que cooperar no es callar y de que me reservo siempre, como ciudadano, mi derecho a exigir cuentas.
Vuelta a casa y felicitación
Hoy en la noche, a las 19:00, Virulo y yo damos función de “Herencias y Querencias: Recordando a Germán Dehesa” en el patio del edificio de Reforma, estoy contento y emocionado de llevar algunas de las palabras de mi padre de vuelta a donde nacieron.
Feliz cumpleaños a Adriana Landeros, madre de mi hermano Andrés y persona muy querida.
Si quieres recibir esta columna en tu celular, sin costo alguno, entra a www.angeldehesac.com y mándame un mensaje con el botón para incluirte en nuestro grupo de Whatsapp.
3 comentarios
tristemente, hoy las cifras de la realidad no le ayudan, y peor su actitud para la gente en Acapulco.
Repitio irse en auto, encerrase en la base naval, y volar de regreso
para eso, mejor una sesión en teams y ahorrar tiempo dinero y esfuerzo… ah perdón la austeridad no da para teams, pero google da una opción free
Estimado Ángel (espero no te moleste mi cariñosa expresión, podría ser tu mamá y por eso me tomo el atrevimiento) te he descubierto ya que una amiga nos compartió ayer y hoy su canal.
Admiré mucho en vida a tu padre y hoy lo recuerdo con todas aquellas cosas que aprendí en sus monólogos y memorables cenas donde pude darme cuenta de puntos de deberíamos atender para transformar este país.
Celebro tu estupenda pluma y espero seguirla. Gracias por lo que escribes y yo como tu intentaremos participar en esta nueva administración (yo para apoyar a nuestra deteriorada educación pública).
UN fuerte abrazo.
Gustazo encontrarlo (gracias amiga Isa), lo seguire por su padre y por usted mismísimo. GRACIAS!