Se me hizo facil: La roza judicial

Se me hizo fácil

14 de octubre de 2024

Por Ángel Dehesa Christlieb

La“roza” judicial

Mal comienza la semana para el que ahorcan en lunes, pero peor pinta la vida para el que sortean en sábado.

Tengo muchos amigos abogados, varios de ellos dedicados al servicio público, la mayoría de ellos por verdadera vocación y voluntad de servicio.

Me consta que para llegar a los puestos que ocupan, todos trabajaron, estudiaron y se prepararon.

Todo para que esta semana, por el arbitrario capricho de un tiranuelo y su “heralda”, porque solo repite y pregona, pero no propone, su futuro dependa de una tómbola.

En la primaria, uno de los libros de texto, el de Ciencias Sociales para ser exactos, hablaba de los Olmecas y de cómo empleaban en sus cultivos la técnica de la “roza”, la cual consiste en quemar grandes extensiones de selva para despejar el terreno y sembrar en el descampado resultante.

La tierra plantada y cosechada de esta manera, rinde cosechas más y más pobres cada año hasta que, al fin, se acaba su capacidad para producir frutos.

Así operaron y operan los gobiernos recientes en México.

Cada uno llega a quemar y destruir todo lo que, según ellos, no sirve o no le gusta al maharajá en turno, para reemplazarlo con algo que, la mayoría de las veces, es lo mismo que habían quemado o, peor aún, no funciona (INSABI, por ejemplo) porque, para su gran contrariedad, resulta que la realidad no se cambia nomás por decreto de alguien.

Lo que vi el sábado en la Cámara de Senadores fue la “quema” de recursos más brutal que me haya tocado, además de la chamusquina que sufrió la reputación de la cámara de senadores, cuya manera de planear y ejecutar el arbitrario sorteo, en el cual se decidía el futuro de miles de personas y de sus familias, fue comparable a la del compadre borracho que conduce la tómbola de la kermesse de la primaria.

Los legisladores nos demuestran, una vez más, que mientras ellos estén en posición de seguirle validando las loqueras a su líder y, sobre todo, de seguir cobrándonos por esa sobresaliente chamba que desempeñan, lo demás puede hacerse al más puro y tabasqueño bananazo.

Ese respeto tienen por la gente que representan, a la cual van a dejar en la calle por una decisión basada en la ideología del rencor, en el servilismo y en la falsa premisa de que la administración de justicia debe ponerse en manos de quien resulte más “popular” y no más competente.

Ellos dicen que, tras esta quema, la cosecha será generosa y los escépticos nos daremos de topes cuando, en unos años, veamos cómo la justicia tendrá una transformación y rehabilitación que ríanse de Mayito antes y después de la Casa de los Famosos.

No lo creo y no me hace feliz no creerlo, pero siento que, después de esta roza, la tierra quedará estéril por mucho tiempo y, quienes deberían velar por nuestro bienestar y seguridad, nos están dejando cada vez más a nuestra suerte y, ahora sí que cada quien se rasque con sus populares uñas.

Veremos

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