Se me hizo fácil
4 de noviembre de 2024
Por Ángel Dehesa Christlieb
Las gracias de noviembre
Ya es lunes, ya es noviembre.
Hay mucho que escribir acerca de lo complicadas que se están poniendo las cosas en México, del penosísimo espectáculo de Alito y Noroña dándose de arañazos en el Senado, como si ambos, vividores de la política y adictos irredentos al poder, fueran tan diferentes el uno del otro.
Mañana elegirán presidente los vecinos del norte y el panorama tampoco luce prometedor.
El solo hecho de que Donald Trump vuelva a estar en la boleta, por arrolladora mayoría, sabiéndose lo que de él se sabe y comportándose cómo se comporta, es suficiente para hacerle perder la fe en la humanidad a cualquiera.
Luego volteo a ver a nuestros actuales e hipervotados gobernantes y me doy cuenta de que Trump, Sheinbaum, Lula y todos los de su corte son el síntoma de un mal que aqueja al mundo entero.
El desencanto con las instituciones democráticas es patente y, en muchos casos, justificado, aunque, si me preguntan a mí, siempre será más productivo usar lo que ya se tiene y perfeccionarlo, aunque nos cueste más trabajo y nos exija participar, que comprarle sus MENTIRAS a quienes alegan tener la fórmula perfecta, inmejorable e incuestionable, la cual están (oh nobleza infinita) dispuestos a implementar a cambio de nuestra obediencia y silencio absolutos.
Prefiero escribir de otra cosa.
Llegaron y se fueron nuestros muertos
Y mientras los vivos aquí estamos, aquí seguimos, aquí andamos.
A mí, en lo personal, a ratos me cuesta más trabajo esto de la vida y en otros, los más, me siento feliz y afortunado de estar donde estoy, de ser quien soy y de tener siempre la posibilidad de cambiar aquello que no me gusta.
Gracias a todos los que se han hecho presentes por el tema del coche, de mi ánimo y de mi bienestar.
Me siento afortunado de contar con cada uno de ustedes, me reconozco también por las cosas buenas que he hecho para contar con esta red de apoyo, no en un despliegue de soberbia, sino porque saber que estas cosas buenas que me pasan no son producto de la casualidad, sino de acciones propias que puedo repetir para que las cosas buenas me sigan pasando.
Estoy muy feliz con la respuesta que tuve para el taller de la “Fórmula de la Felicidad”.
Gracias a todas las personas que lo compartieron conmigo.
Se juntaron dos grupos de mujeres fuertes, generosas y dispuestas a escuchar y compartir y yo estoy muy contento de haber sido el catalizador para que eso pasara.
Con eso compruebo, una vez más, la poca disposición que tenemos los hombres a darnos la oportunidad de expresar lo que sentimos y a buscar mejores maneras de vivir una vida más feliz.
En fin, cada quien sus decisiones y yo agradezco pensar de manera distinta, aunque no juzgo a quien no comparte mis ideas.
Para las que SÍ vinieron
Gracias a ustedes compruebo que lo que a mí me gusta hacer es aprender, compartir lo aprendido y, al hacerlo, ayudar a otras personas a encontrar la manera de estar mejor de lo que están, porque eso me hace estar mejor a mí también.
A las que llegaron por primera vez, gracias.
A las que reencontré, incluso sin saber que ya nos conocíamos, gracias.
A las que sabía de su existencia, pero no conocía bien y me dieron la oportunidad de hacerlo, gracias.
A la que está siempre porque somos uno al dejar de ser dos, gracias
Mi admiración profunda porque buscan mejorar su existencia a nivel físico, emocional y espiritual, no porque vengan conmigo a mis cursos, sino porque se valoran, se quieren y actúan en consecuencia.
Empieza noviembre, se acaba el 2024, se acaban mis 50 y tengo más dudas que certezas.
Pero hoy, solo hoy, quiero y me permito estar bien.Gracias por eso
1 comentario
Saludos y fuerte abrazo. Espero se pueda armar otro taller porque no me enteré a tiempo. Y sirve que invito a los papas del cecofam.