Se me hizo fácil: felicidad y conciencia

Se me hizo fácil

7 de noviembre de 2024

Por Ángel Dehesa Christlieb

Felicidad y conciencia

Si el día de ayer vieron un vehículo Suzuki de color naranja circulando por algunas de las avenidas de la CDMX, mientras se escuchaba “Love Shack” de los B 52s a un volumen más allá de moderado, mientras el único tripulante de la unidad (un hombre guapo y sonriente) cantaba y bailaba a ritmo de la música, tuvieron la suerte de verme a mí.

No es que esté feliz por saber que mi coche o cualquier otro está a merced de los ratas y, sobre todo, porque los ciudadanos no tenemos a dónde acudir, ni esperanzas de recuperar lo perdido.

Estoy feliz por saber que tengo una enorme red de apoyo, que se manifestó de mil formas y porque, gracias a ellos y a la nueva manera que tengo de manejar las cosas, resolví el problema de la mejor manera posible, asumí la responsabilidad de lo que me tocaba, solté la culpa y las quejas que no me correspondían y actué para resolver y encontrar la manera de aprender de este problema.

¿Qué no ves las noticias? me dirán los heraldos negros de la destrucción que abundan en las redes y demás medios de comunicación.

La verdad no, no las veo, no me gusta cómo presentan la información, aunque sí me entero de las cosas, simplemente no estoy dispuesto a permitir que nadie me robe mi capacidad de ser feliz o de reconocerme cuando cumplo mis objetivos.

Eso no quiere decir que ignore lo que está pasando, la felicidad no viene de la negación, sino de aceptar, adaptarse y actuar en consecuencia.

Felicidad y conciencia, mi querido Solín, diría mi Kalimán interior.

Estoy consciente de que la tarde del martes y la madrugada del miércoles fueron de terror, con Pérez Dayán, que dejó a sus compañeros ministros colgados de la brocha y con el holgado triunfo de Donald Trump en las elecciones en Estados Unidos.

Veo a Marko Cortés quemando las redes con declaraciones tan o más inútiles que lo que ha sido la “oposición” desde hace siete años.

Me causa molestia saber que este inútil y su pandilla cobran de mis impuestos, que Marko sigue convencidísimo de que está haciendo un buen trabajo y que cuando deja de escribir en su cuenta de X, se va a casa en el coche que le dan en el Senado y, mientras se ve al espejo, se da un golpe en la barbilla y dice “otro día salvando a la patria”.

Señores del PAN, PRI, MC: PÓNGANSE A TRABAJAR.

Si de veras les importa México, desháganse de la basura que tienen como dirigentes porque esos sí ya no tienen redención y usen la beca que se agenciaron ENGAÑANDO al electorado en junio para salir a CONOCER y a ESCUCHAR a quienes pagamos su sueldo.

Dejen de asumir que SABEN lo que México necesita, que los puestos que tienen son suyos por derecho divino, bájenle a su soberbia y suficiencia, caminen por su país y conozcan las emociones y sentimientos de aquellos a quien pretenden representar.

¿Por qué no los vimos en Guerrero hablando y apoyando a los damnificados del huracán?

¿En Sinaloa y Guanajuato con las víctimas del crimen organizado?

¿En Chiapas con los desplazados que tienen que irse a Guatemala?

Aunque nos duela, eso fue lo que hizo AMLO durante muchos años y lo que lo llevó a él y a su partido a estar donde están hoy, aunque luego decidieran usar el conocimiento adquirido exacerbando y manipulando nuestras emociones más destructivas para obtener poder y no para beneficiar a México

.La solución a lo que está pasando hoy en México no se va a dar rápido, no se va a dar gracias a sus picudísimos posts ni ocurrirá desde la nubecita de la que tienen tanto miedo de bajarse.

PÓNGANSE A TRABAJAR.

Si quieren que los acompañe… yo voy, pero ustedes pagan.

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